Una mamá guerrera: Cristina Inés Gil, de @mamasevaalaguerra

Cristina Inés Gil derrocha positividad y ganas de vivir. Y no es porque la vida no le haya puesto obstáculos en el camino: el cáncer le tocó por partida triple y ella, en lugar de rendirse, decidió transformarlo en letra. Acompañadnos a escuchar su historia, que nos ha dejado más de una enseñanza vital.

1. Si tuvieras que definirte en tres palabras, serían…

Maniática, risueña, romántica.

2. ¿Qué significa para ti ser madre?

Ser todo, amor a tiempo completo, sufrimiento a tiempo completo, amar en la distancia, amar sin esperar nada a cambio, la mejor manera de querer, sin interés, sin reproches. Mamá es nacer una y hacer de tu corazón pedacitos para repartirlo con todos ellos.

3. ¿Por qué te decidiste a escribir un libro? ¿Cómo fue el proceso?

No lo decidí, me lo propusieron desde la editorial y no lo dudé ni un segundo, asombrada al principio de que mi forma de escribir pudiera gustar hasta tal punto de escribir, pero muy contenta por la propuesta y está gran oportunidad. Escribía como lo hacía siempre, cuando me salía, sin obligaciones ni horarios; creo que así es como realmente salen las cosas, sin forzarlas. Me pasaba algo por la cabeza en medio del metro y corriendo a las “notas” del móvil a anotarlo y así en el día a día… Fue muy divertido, la verdad. 

 4. ¿Qué implica para ti poder mostrar tu historia a tus seguidores en Instagram?

Actitud. Implica que se haga conciencia de una enfermedad tan común y cruel como es el cáncer. La viví desde todas las perspectivas, fui enferma de cáncer con 27 años, a la vez que veía como mi hija pequeña con tan solo cuatro meses era diagnosticada de cáncer infantil, y fallece por ello con tan sólo 17 meses, como tres años después mi padre también falleció por esta enfermedad. Sí, crear conciencia, pero sobre todo, demostrarle al mundo que por muy jodida y dura que sea la vida con nosotros siempre siempre hay un motivo para levantarse y seguir. 

5. ¿Cuál es el secreto de tu positividad?

No hay secreto, pero creo que lo fundamental para todo es aceptar. Nada puede ser tratado si antes no ha sido aceptado. Permitirse sentir, llorar, patalear si así lo sientes, pero luego darnos cuenta de la suerte que tenemos de poder estar aquí y seguir. Oportunidades…

 6. Un momento como madre que recuerdas con mucho cariño.

Ellas juntas, después del quirófano de mi hija pequeña, unos días después, en casa, las tres en la bañera, como si nada hubiera pasado ni nada tuviera que pasar… Lo bonito de lo cotidiano, la felicidad de las pequeñas cosas. 

7. ¿Y una anécdota divertida?

Le conté a mi hija que el port-a-chat (botón intravenoso para la administración de la quimioterapia) era mágico y no me dolía el pinchazo con él. A los días Lucía tenía vacuna, y apareció con un tapón pegado con una tirita diciendo que ella ya tenía su botón para que no le doliera, río siempre que recuerdo eso. 

8. Un consejo para la Cristina de hace 10 años…

Inténtalo siempre. 

9. Por último, sabemos que cada joya de Merci Maman cuenta una historia. ¿Qué has decidido grabar en la tuya y por qué?

He elegido el grabado “Ama tu caos” en el collar abecedario, con la letra C. Mi vida no ha dejado de ser un caos desde hace unos años, y aún así aprendimos a ver la belleza en este ello.

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